Algún día, la culpa se irá? Como puedo estar tranquila si cada vez que pienso me asalta el remordimiento? Por qué no puedo disfrutar de algo que es
mío, completa y enteramente
mío, en paz? Cuál es esa necesidad de hacer feliz a todo el mundo? si no se puede,
no se puede. Pero no me entra en la cabeza, nunca me entra en la cabeza. La dicha de los demás, de mi gente, se convirtió en una obsesión.
Es inevitable, nací masoquista.
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